
¿Qué se sabe hasta ahora?
La meta de implementar las 40 horas semanales ya tiene fecha
tentativa… y muchos detalles por definir.

El modelo propuesto será gradual y flexible, pasando de 48 a 40 horas semanales en un plazo de hasta cinco años.

Se analiza establecer un tope general de 8 horas diarias incluso en jornadas nocturnas y mixtas, que hoy son menores por ley.

Habrá ajustes complementarios a la reciente reforma sobre explotación laboral, para no obstaculizar el uso de horas extra dentro de un marco legal.

Se abordan posibles diferencias por sector productivo, así como el impacto sobre el régimen fiscal y los esquemas de previsión social de las empresas.

El gobierno insiste en que el avance de esta reforma no detendrá los incrementos al salario mínimo, que se estima continúen con alzas de doble dígito.
¿Qué deben hacer las empresas hoy?
Si bien aún no hay una fecha legalmente establecida para aplicar la jornada
de 40 horas, el hecho de que ya se haya trazado una hoja de ruta es suficiente para iniciar la preparación interna.
Recomendamos a las áreas de recursos humanos, relaciones laborales y dirección general considerar lo siguiente:

Evaluar cuántos colaboradores se verían directamente afectados.

Medir el impacto operativo y de turnos si se reducen las horas sin afectar la productividad.

Analizar ajustes contractuales y revisiones de prestaciones ligadas al tiempo trabajado.

Considerar escenarios de capacitación, reestructuración o redistribución de tareas.

Orientación para actuar con oportunidad
En Grupo C&H entendemos que anticiparse a los cambios normativos no solo permite cumplir, sino también proteger la continuidad operativa. Sabemos que las reformas laborales implican más que una actualización legal: son ajustes humanos, estratégicos y financieros.
Contáctanos para ayudarte a trazar tu propio plan de transición conforme a los avances de la reforma.
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